Rutina mañanera para verse y sentirse bien

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¿Qué es lo primero que haces cuando abres los ojos?, ¿a qué le das prioridad? Todos los comienzos son importantes y más, los que van a determinar tu día.

Los primeros minutos después de despertar son el momento más valioso para que le des marcha a tu cuerpo, le pongas orden a tu mente y abraces el nuevo día que te espera.

Despertar no solo es abrir los ojos y empezar a trabajar como una maquinita. Despertar es, literalmente, un milagro. Y por eso hay que hacerle honor.

¿Cómo?

Con una rutina mañanera para verse y sentirse bien.

Todos deberíamos establecer una rutina para comenzar el día, una rutina que le dé a nuestra mente la tranquilidad que necesita y a nuestro cuerpo la energía que merece.

Cuidarte física y emocionalmente debe ser igual de importante. Piensa en todo lo que necesita una canción para que suene bonito, debe tener melodía, instrumentos y un conjunto de cosas que la hacen ser armoniosa, así mismo funciona nuestro cuerpo, debemos darle de todo un poquito para lograr un perfecto equilibrio.

Pensando en eso te propongo que diseñes tus mañanas. Podrías, por ejemplo, levantarte y tener un momento de silencio: sin afanarte, disfrutando del aire que corre por tus pulmones. Luego, podrías hacer algo que te guste: leer un artículo interesante o escuchar una canción que te mueva el alma.

Después, tal vez, dedicarle un tiempo a moverte, no necesariamente en un gimnasio: podrías salir  a correr, nadar un rato o hacer una serie de estiramientos guiados en casa.

Finalmente, antes de enfrentar el día, podrías bañarte con una canción que te llene de energía, que sientas que te pone a vibrar. Una de esas que escucharías 100 veces sin cansarte y que bailarías como si estuvieras en tarima.

No necesitas despertarte dos horas antes, con que saques treinta minutos o veinte si ves que la cosa se complica, es más que suficiente. Recuerda que nunca hay tiempo de sobra, siempre hay que decidir crearlo, así que no tienes excusas.

Recrea esta rutina o diseña la tuya propia, pero en cualquiera de los casos prométete regalarle a tus mañanas un comienzo cargado de bienestar. Te aseguro que tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán por el resto del día.